Corazón valiente

No tiene nada que ver con la película, y no tiene nada que ver con tejido en lanas.
Tiene que ver con una escena de la vida real y con un tejido en el alma.

Me dio mucha alegría y me llegó al corazón, por eso lo quiero compartir con ustedes:

El menor de mis hijos tiene actualmente 8 años de edad, el es muy miedoso porque de pequeño (1 año y 2 meses) tuvo un accidente: se cayó desde el segundo piso hasta el primero.
Yo considero que el haberse salvado es un milagro porque se pasó por las barandas del segundo piso y se calló sobre las escaleras del primer piso, pero estas escaleras estaban en construcción es decir en cemento y con los barrotes de fierro, donde se iban a poner los balaustres de madera, al aire; así que eran como unas lanzas paradas.
El doctor dijo que la altura era muy grande pues el no llegaba ni al metro así que cayó casi el triple de su tamaño y esa sensación de vacío se le garbo en el inconsciente. El estuvo en la UCI pedíatrica por una semana entera y gracias a Dios reacciono bien. Cuando el doctor vio los moretones en la espalda, que eran como rayitas moradas (las marcas del borde de la escalera) se asombró y nos dijo que se había salvado de milagro porque si el golpe hubiera sido solo un par de milímetros mas arriba nunca más hubiera despertado.

Ahora es un niño muy saludable pero también muy inseguro. Por eso este reto que supero con mucha valentía, con un corazón valiente, es digno de contarlo:

Aprovechando las vacaciones de Roy decidimos que ya era hora, si o sí!, de que el pequeño monte su bicicleta solo. Ya lo habíamos intentado varias veces anteriores pero sin ningún éxito, así que esta vez tenía que ser pues aquí los pequeños que van al 4to año del colegio primario dan su examen para sacar su brevete de manejar bici en la calle jejej ... se sienten de lo mas importantes y esta es una experiencia muy gratificante para ellos.
Bueno el próximo año le tocara a Gabriel dar su examen y hasta la fecha no quería montar bici solo, siempre encontraba la excusa perfecta ... hasta que sucedió!
Salimos a pasear con el y por supuesto que la bici también nos acompañó en este paseo tan especial. Gabriel no quería montar bici solo y ponía todos los pretextos inimaginables jejeje, así que Roy le prometió correr a su lado y no soltarlo pero le dijo que lo intente y que seguro esta vez lo iba a lograr.

Gabriel de lo mas obediente monto la bici y le decía: "papi porfa no me sueltes porque tengo miedo".

Roy le decía: "no te preocupes, pedalea más rápido y así tendrás equilibrio".

Pero el respondía con la voz cortada: "me voy a caer y además le tengo miedo a la velocidad".

Roy, mi hijo mayor y yo corríamos a su lado y le hacíamos barra: "buena Gabriel tu puedes ... vas bien ... no te detengas!" ... todo lo que una madre choca le puede decir a su pequeño para animarlo.

Gabriel empezó a montar y Roy lo soltó pero corría a su lado tocándole la espalda para que sepa que papi estaba con el; de pronto empezó a llorar: "papi por favor me voy a caer, ya no puedo mas".

Roy y nosotros corríamos a su lado, con el corazón contrariado de ver su esfuerzo y su llanto, y le decíamos: "si puedes confía en ti ... tu manejas a la bici, la bici no te maneja a ti ... adelante, ya vas solo......".

Seguro que parecíamos locos corriendo tras la bici y hablando en otro idioma jejeje, pero vencimos la vergüenza por el bien del pequeño.

Después de haber corrido mas de cinco cuadras junto a Gabriel, el con lo ojos llenos de lágrimas, pero como un chico grande que no quiere llorar mas dijo:"papi tengo miedo pero si puedo!".

Desde aquél día hemos salido media hora diaria a practicar y el cada vez monta con mas seguridad y va un poquito mas rápido ;)